Día de los muertos, Día de los difuntos, Día de todos los santos... Hay diferentes formas de llamar a unas festividades que tienen el mismo objetivo: rememorar a nuestros seres queridos. No obstante, ese homenaje se lleva a cabo de diversa manera, según el país en el que nos encontremos.
Mientras en España los cementerios se llenan de flores y visitantes, Méjico se transforma en una auténtica fiesta durante los días 1 y 2 de noviembre y estos festejos son considerados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde 2008. En Méjico no hay lágrimas ni vestimentas negras, sino música, risa, colores, adornos, flores y simpáticas calaveras, a través de una gastronomía peculiar.
En Estados Unidos, destaca la noche de las brujas, mejor conocida como Halloween. Esta fiesta pagana se celebra el 31 de octubre y, al ritmo de “truco o trato”, desde niños hasta adultos se disfrazan de los personajes más terroríficos, siendo icónicas las calabazas y los sombreros de bruja.Figuras de pan se hacen en Ecuador. En Irlanda, piensan que los difuntos tenían la oportunidad esa noche de reencontrarse con sus seres queridos y así un largo etcétera.
Es costumbre representar en estos días la obra de Don Juan Tenorio de José Zorrilla porque la segunda parte del libro se desarrolla en un cementerio. Juan ha cometido grandes fechorías, muchos han sido sus crímenes y los difuntos, en ese acto final, le pedirán cuentas…
A continuación, la profesora doña Isabel Ángeles interpretó una versión del cortometraje de Unai Liarte titulado «Sin dormir» basado en el monólogo de Miguel Ángel Font Bisier.

Estas actividades se realizaron el miércoles 30 de octubre. El 31 estaba previsto el acto de entrega de premios del III Concurso de Microrrelatos de Terror, pero en respeto a las víctimas del trágico suceso provocado por la DANA dicho acto se anuló.
Que nuestro acto del Día de Todos los Santos vaya dedicado a todas esas víctimas. D.E.P.











