El pasado 3 de noviembre, los alumnos de 2º ESO visitaron el Teatro romano de Cartagena y el museo que Rafael Moneo diseño como acceso a dicho monumento. En dicho museo se conservan algunos de los restos más importantes encontrados en el yacimiento, y el alumnado aprendió a leer inscripciones latinas.
No fueron los únicos restos romanos que visitaron, pues después tuvimos ocasión de ver cómo era una casa romana en la Casa de la Fortuna, donde escuchamos cómo se vivía en una
domus, cómo comían los romanos y otras costumbres domésticas.
Después visitamos los restos de muralla púnica de la ciudad, que fueron descubiertos al realizar unas obras cercanas a un convento cuya cripta se conserva. La verdad es que esto fue lo que más nos llamó la atención, a pesar de la importancia de los restos de una muralla de más de dos mil años.
El grupo de alumnos siguió las visitas con mucho interés, a pesar de que fue una mañana bastante intensa.
A la hora de comer, los grupos disfrutaron de un par de horas de tiempo libre en la Plaza del Ayuntamiento y la Calle Mayor, una preciosa calle peatonal con edificios estilo Art Nouveau.
Después de comer nos quedaban fuerzas para visitar el ARQUA (Museo Nacional de Arqueología Submarina), donde vimos los restos de un barco fenicio de casi tres mil años de antigüedad, y el guía nos explicó en qué consistía la arqueología submarina.
Nuestra enhorabuena al alumnado por su comportamiento, pues el día fue intenso y aguantaron como campeones!
No fueron los únicos restos romanos que visitaron, pues después tuvimos ocasión de ver cómo era una casa romana en la Casa de la Fortuna, donde escuchamos cómo se vivía en una domus, cómo comían los romanos y otras costumbres domésticas.
Después visitamos los restos de muralla púnica de la ciudad, que fueron descubiertos al realizar unas obras cercanas a un convento cuya cripta se conserva. La verdad es que esto fue lo que más nos llamó la atención, a pesar de la importancia de los restos de una muralla de más de dos mil años.
El grupo de alumnos siguió las visitas con mucho interés, a pesar de que fue una mañana bastante intensa.
A la hora de comer, los grupos disfrutaron de un par de horas de tiempo libre en la Plaza del Ayuntamiento y la Calle Mayor, una preciosa calle peatonal con edificios estilo Art Nouveau.
Después de comer nos quedaban fuerzas para visitar el ARQUA (Museo Nacional de Arqueología Submarina), donde vimos los restos de un barco fenicio de casi tres mil años de antigüedad, y el guía nos explicó en qué consistía la arqueología submarina.
Nuestra enhorabuena al alumnado por su comportamiento, pues el día fue intenso y aguantaron como campeones!
