Hay muchos lugares para perderse, relajarse, distraerse, disfrutar, soñar... Uno de estos lugares es el antiguo Mare Nostrum, el espacio azul que ha servido de puente de intercambios culturales, comerciales, políticos, religiosos o lingüísticos. Sus entrañas marinas guardan restos con los que podemos ensamblar nuevos puzles arqueológicos para conocer mejor los vaivenes de las culturas centenarias que habitaron sus costas.
Porque las costas españolas del Mediterráneo pueden aportar nuevos descubrimientos a la Arqueología y las costas de la provincia de Almería guardan en sus profundidades preciados pecios en los que aún queda mucho por sacar a tierra firme para descubrir más detalles sobre el devenir de fenicios, griegos y romanos, los talasocratas del antiguo Mediterráneo.
En un logrado intento de poner en valor los fondos que preserva el Museo de Almería, todos extraídos tras prospecciones y excavaciones subacuáticas de los variados pecios que rodean nuestras costas, hemos podido disfrutar de la explicación de qué y cómo es un pecio, de las ánforas halladas en ellos, valiosos continentes de vino, aceite, salazones o salsa de pescado; asimismo, hemos descubierto objetos de la vida cotidiana que llegaron a nuestras costas en esos pequeños barcos en los que se aprovechaba cada rincón para transportar con mimo y cuidado estas ricas y variopintas mercancías.
Agradecemos el esfuerzo que ha hecho nuestro Museo arqueológico de Almería para acercar al ciudadano almeriense interesado, y a nuestros alumnos, una de las ramas de la arqueología que más alegrías y felices hallazgos está aportando a los estudiosos de las culturas antiguas: la arqueología submarina.
Una exposición discreta, pero bien organizada, que cumple sobradamente este doble objetivo: introducir al público en una rama poco conocida de la Arqueología, y hacernos comprender la importancia que tiene que aprendamos a preservar nuestro espumoso tesoro azul, esta parcela de Mediterráneo por la que aún deberán navegar otras culturas, que, quizá, en un futuro lejano, estudien con pasión la nuestra.